FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 182: VERDAD Y HUMANIDADES.
Por José Pablo Noriega de Lomas
Kant quiso llevar la Metafísica por el camino
seguro de la Ciencia. Prueba de que no lo logró es el hecho de que el saber
metafísico está en nuestro tiempo altamente cuestionado. La crítica de
Feyerabend a la ciencia le niega la transcendentalidad. Mc Intre constata el
desacuerdo moral contemporáneo. Andreski calificó en su crítica las Ciencias
sociales como formas de brujería.
Y a estos pensadores no les falta razón en el
reconocimiento de que las Humanidades no han alcanzado el camino seguro de la
Ciencia. En este sentido, hemos defendido que las Ciencias Humanas concretas
dependen en sus premisas de doctrinas filosóficas; y que, como éstas son
variadas, distintas y se contradicen, no tienen certeza. Ello se traslada a las
Humanidades, que dependen de ellas.
Ponemos como ejemplos la Historia y la
Psicología. En Historia, se percibe fácilmente lo que decimos, pues se
construye sobre fundamentos filosóficos claros. Así, para España, no hay más
que comparar las historias de Tuñón de Lara y la de De la Cierva. En Psicología
también hemos mostrado que sus construcciones penden de la Filosofía, pues la
Antropología que tiene, no considera el orden del discurso de la misma manera
si se piensa que el ser humano puede relacionarse con la Transcendencia, que si
no. Así es porque, por ejemplo, la Idea de Felicidad, que es clave, cambia.
Como consecuencia de todo lo expuesto, se ve
que en las Ciencias Humanas se da lo que también pasa en el mundo político: Que
no hay pensamiento transcendental, por lo que están divididas en corrientes,
que también son de militantes, y se desarrollan en relación con una u
otra doctrina filosófica. (En el paradigma dominante, las Humanidades
están presas del prejuicio de que se pueden construir como verdaderas, de que
hay una objetividad humana, sin Dios).
Siendo, pues, que no hay certeza, lo que hay es
decisionismo. Es decir, sus puntos de partida no son evidentes y dependen de
decisiones con mayor o menor fundamento in re. Además, las formas de las Ideas
que toman, tampoco lo son. Por ello, parece necesario concluir o que son
pseudociencias, o que son sólo aproximativas, aunque se impongan
pragmáticamente o, incluso, con mayor o menor coercion.
Para constatar esto último, se puede acudir a
la Historia, con los casos de Bruno, Servet, Nietzsche, Sócrates, etcétera, que
se opusieron a los paradigmas dominantes. Por ello, no es solamente cuestión de
libertad de conciencia, sino de comprensión fanática de la verdad y de la
opresión que genera. Así pues, hubo y hay una pragmática científica.
No obstante, todas las construcciones pretenden
a la ciencia. Así, por ejemplo, el materialismo (baste el título de la obra de
Engels "Del socialismo utópico al científico"), aunque los casos son
innumerables. Se transparenta, entonces, que hay una guerra de las opiniones
por el dominio del discurso (Foucault, Cioran). Pero si hubiera verdad, se
sabría.
josepablonoriegadelomas@gmail.com
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