miércoles, 30 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS

 






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 48:
 ESENCIA METAFÍSICA.


Por José Pablo Noriega de Lomas

 

  Según la Escuela Tomista, en Dios se distinguen como atributos (operativos inmanentes) el Entendimiento y la Voluntad. Pero esta distinción es de razón (con fundamento en la cosa) porque permanece la unicidad divina, a la cual se debe que Dios sea esencialmente Uno.

   Ello se compagina con lo que San Anselmo de Canterbury había afirmado sobre Dios en su conocido argumento ontológico, según el cual el ser divino es aquel mayor que el cual nada puede ser pensado. Esto último significa que Él transciende nuestras categorías o modos de pensar; y, por tanto, se confirma que la distinción entre Entendimiento y Voluntad es de razón (aunque tenga fundamento en la realidad divina), como quiere la Escolástica.

   Igualmente, estos dos atributos se armonizan con lo que Duns Escoto( del siglo XIII, unos años después de Santo Tomás de Aquino)afirmaba al señalar la infinitud como perfección que constituye la entidad divina (esencia metafísica de Dios). Así es, puesto que, en la medida en que Dios es el ser infinito, pueden afirmarse como verdaderas nuestras representaciones de Sus atributos; al mismo tiempo que se debe reconocer que las mismas están desbordadas, pues la infinitud escapa de toda limitación.

   Por lo demás, lo que dicen los conceptos de la realidad divina de San Anselmo y de Duns Escoto está reconocido por la misma Teología Filosófica de la Escuela. Esto en sí mismo es prueba de la potencia del pensamiento de Santo Tomás de Aquino, quién inaugura la tradición de un magisterio filosófico que ha creado una filosofía que, superando el paso de los siglos, se formó como la más fecunda. 


lunes, 28 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 47

 










FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 47:
 PROGRESO.


Por José Pablo Noriega de Lomas

   

No pensamos que se pueda definir el Progreso afirmando que es una Idea dialéctica, de modo que progresan unas realidades en detrimento de otras, porque el avance fundamental que indica el Progreso natural es el aumento de la influencia del Reino. En efecto, por ejemplo, el progreso material no es lo esencial de dicha Idea, pues puede haber progreso en lo material y regreso en lo espiritual.

   Tampoco creemos que el simple paso del tiempo lleve consigo el progreso como correlato. Así, por ejemplo, desde los esquemas del materialismo marxista el comunismo significaba el avance fundamental de la Historia humana (en palabras de Marx, el fin de la Prehistoria), cuando lo que ocurrió en realidad con la Revolución Rusa y los acontecimientos posteriores no fue sino la construcción de un régimen tiránico.

   O, también por ejemplo, tampoco consideramos que la Historia de la Civilización Occidental desde el Renacimiento hasta nuestros días haya sido esencialmente de Progreso, sino de involución en la medida en que el ateísmo se ha implantado masivamente, retrocediendo la influencia del Reino. Efectivamente, ha habido progreso en determinados hechos (como en la Libertad, cuyo inicio como libertad de conciencia se debe a la religión; en este caso al padre del protestantismo, Lutero) pero el peso relativo de la religión ha disminuido.

  Para finalizar con una última ilustración, está el caso de los países que, habiendo logrado la reconciliación y cierta altura en la Fraternidad, vuelven a ver la manzana de la discordia. 


sábado, 26 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS nº 46

 








FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 46:
 INCONSCIENCIA.


Por José Pablo Noriega de Lomas

 

 La propaganda de la información a través de sus diversas formas es el medio fundamental de que la se valen las organizaciones para conquistar las conciencias. 

   Esto se consigue por la palabra organizada en discurso. Del discurso entran a formar parte diferentes maneras, que manejan los lenguajes de múltiples modos, como por ejemplo con la utilización de unas humanidades que son ideológicas y no científicas; o con el arte del cine.

   Cómo de la filosofía no hay escapatoria, los distintos lenguajes manejan una filosofía que las más de las veces es inconsciente, aunque real. En efecto, los discursos tienen detrás unas tesis filosóficas que no por inconscientes son menos efectivas en el logro de la sumisión de las libertades individuales. 

   Por eso, es labor de una filosofía no sumisa sino liberadora, hacer conscientes las doctrinas inconscientes, para ejercer, al igual que hizo Platón en la Grecia antigua, la crítica de las Ideas injustamente vigentes, que raramente se expresan con un pensamiento abierto.

   En este sentido, en nuestro tiempo es particularmente llamativo el caso del periodismo, pues en este mundo se hace mucha filosofía inconsciente, que obviamente no es conocedora de la tradición de las Ideas críticas, las cuales van más allá de las ideologías (también de las mal calificadas como progresistas). 


miércoles, 23 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS nº 45

 










FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 45: 
RUIDO Y CONCIENCIA.


Por José Pablo Noriega de Lomas


   El ruido que produce la propaganda de las ideas de las organizaciones (a través de los medios de comunicación, por medio de todos los niveles de enseñanza...) es un gran obstáculo para avanzar por la senda de la verdad porque obnubila las conciencias.

   Ello hace que nazca el deseo de la verdadera libertad : la que permita la investigación que impulse a las organizaciones en la búsqueda desinteresada de la verdad, en lugar de la defensa de sus tópicos en sus Ideas ; y la que promueva la investigación y la difusión de las formas de pensamiento de los espíritus libres.

   Pero no por ello se hace necesario lanzarse a una mística de la libertad que sustente como único valor la reivindicación de un ejercicio no alienado de la misma. 

   Esto es así porque, además de la libertad, está la patencia de la verdad; patencia que en el futuro hará que en muchos campos no quepa el ejercicio  del arbitrio (que como libertad de conciencia también implica que lo verdadero no está claro), pues el asentimiento racional no es una cuestión de elección (no se elige un teorema matemático). En efecto, el resplandor de la verdad, la cual es uno de los transcendentales escolásticos, captará los sujetos, que así se podrán abrir a unos modos de la libertad muy distintos a los que dominan ahora. 


martes, 22 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS nº 44

 







FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 44: 
INVESTIGACIÓN RACIONAL.


 Por José Pablo Noriega de Lomas

  

 Hemos visto que prueba incuestionable de que la ideología de ninguna organización es verdadera la constituye el hecho de que ninguna alcanza el asentimiento universal, sino que el hombre está dividido en multitud de maneras de pensar. 

   También hemos comprobado que las diferentes organizaciones emplean una argumentación que busca la persuasión pero no la prueba racional, la cual sería la única que puede realmente convencer transcendentalmente, ganando el asentimiento de las conciencias. Así, que esta forma de comportamiento de las organizaciones dificulta el camino de la razón, siendo un gran obstáculo. 

   Por eso, hemos defendido que los modos prevalentes de buscar el asentimiento deben ser sustituidos por otros nuevos. Ello implica que en vez de la propaganda y el empleo de la sofística (que tratan de convencer pero sin buscar consecuentemente la verdad) deben ser sustituidos por el verdadero diálogo. 

   A ello añadimos que las organizaciones tienen que olvidar los métodos antiguos y plantearse la investigación racional, que es la que efectivamente puede encontrar la verdad; evitando el recurso a la retórica, pues ésta aparece cuando no se es capaz de emprender el camino que lleva al resplandor de la verdad. Así es, porque ésta nos gana de manera natural a todos. 


viernes, 18 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, Nº 43

 







FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 43: 
El PRESTIGIO DE LA CIENCIA.


 Por José Pablo Noriega de Lomas

   En nuestro tiempo la ciencia goza de un alto prestigio. Hay casos como el de las Matemáticas en los que el hecho está justificado, pues puede afirmarse que ha alcanzado la certeza que da la apodicticidad. Pero se dan otros casos tan alta estima no tiene razón de ser, pues las construcciones no han alcanzado la transcendentalidad del conocimiento.

    Exponemos lo que pasa en alguna de ellas. Así, la Teología no tiene el estatuto transcendental porque están en discusión las premisas de las que parte. En general, por el ateísmo y en particular porque existen distintas formas que se contradicen(por ejemplo teología cristiana o teología musulmana).

   En lo que respecta a la Psicología ya hemos criticado en otros lugares su estatuto gnoseológico, pues parte de presupuestos filosóficos cuestionables como el agnosticismo o la creencia de que es posible alcanzar la felicidad inmanentemente.

   En lo que atañe a la Historia, esta se construye desde Ideas políticas y ordena los datos según intereses particulares y objetables en alto grado.

   No dejamos este breve tratamiento de la ciencia normal sin hablar de la Filosofía. Aquí podemos destacar como históricamente la organización científica apartó a pensadores importantes. Es el caso en el siglo 19 de Marx o Nietzsche. O en el siglo 20 de pensadores de mayor calado como Blondel o Zubiri. 


sábado, 12 de septiembre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. n. 42

 








FRAGMENTOS FILOSOFICOS. FRAGMENTO 42: 
VERDAD Y ORGANIZACIONES.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   


Las organizaciones intentan convencernos de que sus maneras particulares de ver las cosas son las verdaderas. Para ello emplean todos los medios a su alcance. La propaganda en los medios de comunicación, la oratoria, la ingeniería social etc.,son formas que tienen a su disposición para ganar las conciencias. Pero todas descansan en la sofística, es decir, en la falsa argumentación. Y si no pueden así convencernos nos obligan a actuar según sus patrones con los medios de que disponen.

   Pero la argumentación no descansa en la verdad. Si así fuera captaría la aquiescencia, el asenso de todas las conciencias, pues una de las características de la verdad es su transcendentalidad, su resplandor. 

   Como es claro que las organizaciones solamente convencen a sus adeptos respectivos, parece necesario plantearse otros medios distintos a los de la sofística para poder alcanzar la verdad, distintos de aquellos que están movidos por el fanatismo de la opinión y no por la búsqueda de la certeza.

   Estos medios pasan por el abandono de la  voluntad dogmática y el tipo de discurso que de ella brota, que no acompaña a la desinteresada indagación por lo verdadero. Por ello, se hace necesaria una pragmática de la argumentación que tenga como centro la argumentación racional. Esto conlleva cierto desapego por lo propio y una querencia por la comprensión, remontándose incluso a los principios en los que descansa el argumento sofista de las distintas organizaciones.

   Si así se hiciera, lo verdadero sería transparente y provocaría el asenso, pues además la libertad de conciencia sería auténtica y no sólo nominal.