viernes, 19 de marzo de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 73






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 73:
 FILOSOFÍA ISLÁMICA Y FILOSOFÍA CRISTIANA.


Por José Pablo Noriega de Lomas

   Recientemente, se han encontrado el ayatolá chiíta Sistani y el Papa Francisco, que igualmente peregrinó a Ur, patria de Abrahám, el padre común de las religiones monoteístas. Creemos que es de esperar que este encuentro histórico y los gestos consiguientes traigan un mejor clima de entendimiento y conciliación entre las dos grandes religiones.

   Por ello, es evidente que son importantes los reconocimientos recíprocos. Así, en lo que toca a la Filosofía se puede pedir que las dos grandes tradiciones racionales se conozcan más profundamente y puedan aprender la una de la otra. 

   De esta manera, por parte del cristianismo toca el reconocimiento de la gran Filosofía Islámica del período que va del siglo IX al siglo XII de la Era Cristiana, con los grandes filósofos al-Kindi, al-Farabi, Avicena, Averroes, etc.

   Por parte del Islam, el conocimiento y la valoración de la Cristiana, especialmente la Teología Natural de la Escolástica, que tan bien casa con el unitarismo musulmán. Consecuentemente, se podría estudiar la Escolástica del siglo XIII (S. Buenaventura, Santo Tomás de Aquino, Duns Scoto) ; la del Renacimiento (Juan de Santo Tomás, Cayetano, Suárez), y la Neoescolastica de la Edad Contemporánea (Maritain, Sertillanges, Canals...).

   Parece claro que los principios propuestos para el campo filosófico son aplicables a otros terrenos como el de la Mística (la gran tradición sufí, Santa Teresa de Jesús...), o el de la Política. Todo ello, de modo que sirva para el diálogo y la fecundación mutua.


lunes, 8 de marzo de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 72

 





FRAGMENTOS FILOSOFICOS. FRAGMENTO 72: 
NIHILISMO.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   Decía Nietzsche que con la muerte de Dios mueren todos los valores. Y que ello tiene como resultado el nihilismo.

    Si vemos los hechos de la humanidad de la Europa Occidental comprendemos que al filósofo no le faltaba mucha razón en su diagnóstico, pues la falta de sentido se da en muchas personas occidentales; y las ideas de los valores penúltimos (liberalismo, fascismo, comunismo, ideología de género...) no son capaces de cumplir con la falta de sentido último de su existencia. 

   Siguiendo con la argumentación, Nietzsche proponía la llegada de una nueva humanidad, capaz de vivir plenamente sin los valores que conocemos y sin Dios("el Superhombre es el sentido de la Tierra" escribió). Ello como fuerza superadora del nihilismo. 

   Pero ello, críticamente hablando, es imposible, pues el hombre tiene una naturaleza, una preprogramación que encuentra su descanso en Dios, según hemos mostrado en otras partes siguiendo la Tradición. Ello significa que el ser humano está llamado a vivir más armoniosamente con el Absoluto, al contrario de lo que defendía el filósofo en cuestión. 

   Por tanto, se trata no de estar sin Dios, sino de la vuelta a la Religión, aunque ésta tenga que esforzarse por la puesta al día que muchos piden para responder a las nuevas demandas antropológicas del tiempo en que estamos. Esto justificaría un nuevo renacimiento, que convergiera en el desarrollo de lo laico hacia la Religión y el aggiornamiento de lo religioso, olvidando falsas doctrinas ateas de liberación, como la del citado autor. 


lunes, 1 de marzo de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 71

 






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 71: 
ATRIBUTOS DIVINOS.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   Quizá el tratamiento de los atributos de Dios se encuentre un poco descuidado últimamente por la Teología Natural actual y, en general, por el pensamiento teísta. Pero es nuestra intención abordar el tema aquí, aunque sea muy concisamente.

   Decimos que la Idea de Ser Perfecto es punto de partida. Desde el argumento ontológico se llega a ella directamente, como también en la Escuela Tomista, que la alcanza por la vía de la analogía (por la eminencia). 

   Efectivamente, si seguimos a Millán Puelles en sus "Fundamentos de Filosofía", las perfecciones distintas de Dios deben serle atribuidas en grado absoluto. Por ello, el Ser en que se dan ha de ser infinito (Dios es el Ser Infinito).

   Y de la infinitud se deducen - siguiendo al autor- otros atributos. Así: la simplicidad, de la que se llega a la unicidad ;y de éstas, la distinción respecto del mundo. Igualmente, de la simplicidad procede la inmutabilidad, y de ella, la eternidad.

   Esto, en los atributos  que la Escuela conoce como entitativos, pero igual camino se puede hacer con los operativos (los inmanentes y los transcendentes: la Ciencia Divina, la Providencia...)

  No obstante, lo expuesto no implica que se puede captar al Absoluto, porque como Ser Infinito desborda nuestra inteligencia ;aunque sí quepa hablar de una symploké de los atributos, en la medida en que, al igual que en las Ideas en Platón, es posible tratar de relaciones entre ellos. 

   Valga como muestra de lo que hemos señalado en este fragmento la siguiente cita de Millán Puelles, referente a la inmutabilidad: "el Ser infinitamente perfecto, aquel que no carece de perfección alguna, y que la posee todas de una manera total, no puede ser mutable" ("Fundamentos de Filosofía ", p. 576; 1958).