martes, 31 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 102

 





FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 102:
 INVISIBILIDAD.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   Muy poco visible es la Religión en Occidente, que está cerca de ser recluida en los templos y en las conciencias íntimas. Mucho menos visible es el deísmo (o teísmo, que las fronteras están borrosas), que es creído, pero socialmente ignorado.

  Estas invisibilidades no tienen justificación, pues tanto la Religión como el deísmo aportan sentido y positividad a la vida. Y el último aún más, porque evita el componente mitológico que arrastra aquélla, al mismo tiempo que es capaz de contrarrestar la irracionalidad y la falta de sentido del ateísmo y sus derivados materialismos.

   Por ello, no es natural la producción intelectual (filósofica y religiosa) de nuestra Civilización, pues registra una gran afluencia de literatura producida por la minoría atea, y de la literatura mitológica de la Religión; olvidando las dos que el deísmo conlleva la posibilidad de una ciencia y una religión racionales (como por ejemplo intentó la Teología liberal protestante). 

   Por tanto, lo natural sería que las potencialidades del deísmo vieran la luz, puesto que tampoco conviene ignorar que tiene una tradición centenaria; y, además, es de subrayar que la Religión deísta existe de hecho, porque la creencia conlleva en sí misma relación con el Absoluto, que quizás podría calificarse como no apercibida (Frankl).

   En todo esto conviene tener presente que el pensamiento deísta nunca casó con el ateísmo, sino que mayormente simpatizó con la religión( Lessing, Jefferson...)  Como consecuencia, ni históricamente ni ontológicamente está justificada su asimilación a la increencia. Al contrario, se encuentra del lado de la Religión. 


FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 101

 





FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 101:
 INDIFERENTISMO.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   La conciencia atea de nuestra época maneja el concepto de indeferentismo, que abarca tanto el ateísmo como el agnosticismo y el deísmo.

   Pero la realidad objetivamente no acepta tal asimilación. Así, en lo que respecta al agnosticismo en esencia su idea no es antirreligiosa sino neutral, por lo que no debe estar unida al ateísmo, que es beligerante contra la religión (ya en sus defensores más conspicuos: Engels, Nietzsche...)

   En cuanto al deísmo, la pretensión de unirlo con la increencia tiene menos razones todavía, porque, aunque su sentimiento religioso es más débil, sin embargo, existe realmente. Además, filosóficamente, objetivamente, se encuentra muy próximo a la Religión y muy lejos de las formas ateas, como ya mostró Lessing.

   Todo ello enseña que el concepto en cuestión es oscuro, fenoménico, porque no penetra en la esencia de las cosas. En efecto, de la Filosofía no se puede prescindir, y el tema de Dios es el centro y el punto de apoyo en el que descansan las mejores teorías, por lo que en rigor no se puede obviar.

   En conclusión, es preferible que el lenguaje deje de obnubilar la conciencia y de forzar la realidad, pues el desarrollo  natural de la razón no ampara la utilidad de la idea que tratamos; y, por tanto, las políticas antirreligiosas y laicistas. Lo cual no obsta para reconocer las insuficiencias de la Religión. 


sábado, 21 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 100

 





FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 100: 
DEÍSMO.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   El deísmo es una corriente de crítica filosófica que defiende la existencia de Dios, aunque depura las creencias religiosas.

   La filosofía deísta tiene una trayectoria secular, aunque minoritaria. Pero en nuestro tiempo es ya una creencia de masas, pues existen millares de personas en Occidente que piensan como deístas. En efecto, mantienen la creencia, pero no las representaciones de la Religión tradicional.

   Lo que es sorprendente es que esta corriente no se haya dotado de formas organizativas propias, y las personas que pertenecen a ella vivan sus creencias aisladamente. 

   Por ello, lo natural es esperar que esta corriente de la Religión encuentre maneras de expresar socialmente su visión del mundo buscando la comunidad. Si lo hiciera, se presentaría como una posibilidad distinta del ateísmo y de la Religión tradicional, aunque simpatizando con ella.

   Cambiarían mucho las cosas. Así, si la evolución del deísmo occidental se hiciera hacia estas nuevas formas, se ganaría en libertad (especialmente, distinguiéndose de la masonería). O se podría contener el avance del ateísmo, que se ampara en las debilidades de las religiones constituidas para la crítica (en las deficiencias del Sobrenatural, por ejemplo). 

   

viernes, 20 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 99

 




FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 99:
 PREJUICIOS.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   Entre los prejuicios de la cotidianeidad que existen contra la filosofía creyente se pueden resaltar dos. El primero es el que se puede calificar como positivista, y consiste en suponer que la filosofía es una actividad inútil, siendo el único saber, el científico. El segundo, el ateo, piensa que la creencia en Dios es irracional. Todo ello crea un entorno que hay que traspasar para encontrar el Absoluto, de modo que se ha invertido el orden natural al suponer que la carga de la prueba corresponde a la creencia. 

   A los dos responde la filosofía creyente cuando dice que el ejercicio de la facultad humana de la razón implica en sí mismo la afirmación de la existencia del Señor, porque la racionalización posible de lo real no se puede hacer cabalmente de otra forma: De lo contrario, se hace imposible tanto la explicación de los diferentes mundos (Escatología, Antropología, Historia, Ciencia...), como la de la totalidad de lo real (Metafísica).Ello es debido a que, la razón creyente responde a las grandes preguntas que siempre se ha hecho el género humano. 

   Como consecuencia, puede asegurarse que es necesario ir más allá de los prejuicios que existen contra la filosofía teísta, entre los que destacamos más especialmente los que van contra la Escolástica (también la Escolástica española del siglo XX: Ramírez, Millán Puelles, los Ángel González...) En efecto, según muestra la Historia de la Filosofía, la Escuela tiene la doctrina más acabada, pues sus tesis, son en esencia las verdaderas, manejan un aparato de fecundos conceptos que no tienen parangón en la disciplina, y, además, constituye la Tradición más potente y grande de ella.


miércoles, 18 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 98

 




FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 98: 
LA RACIONALIDAD DE LAS ESCATOLOGÍAS RELIGIOSAS.


Por José Pablo Noriega de Lomas

   Las escatologías ateas de Marx y Bakunin suponen que la Humanidad puede alcanzar la liberación y, por ello, la felicidad en el futuro, cuando llegue al comunismo o la anarquía. Por ello, creen que las que defienden las religiones no son adecuadas para el deseo de los seres humanos de liberación y felicidad.

   Las escatologías de las grandes religiones (budismo, hinduismo y las del tronco de Abraham) nos dicen mayoritariamente que al final del camino nos aguarda la vida de una inmortalidad personal feliz (Nirvana, Reino de Dios...).

   Si nos preguntamos cuál de los dos bloques de formas de entender las cosas últimas es más realista y más adecuado para el deseo del Hombre, fácilmente se ve que es mejor el bloque religioso. Ello es claro por la sencilla razón de su mismo concepto: la inmortalidad personal feliz.

   De ello se colige que las religiones superan aquí también a los materialismos, pues responden adecuadamente a la naturaleza humana, que -como tematizó nuestro Unamuno- de ninguna manera puede evitar su afán de permanencia, de vida. 

   Lógicamente, como responden a la esencia del ser humano, son más racionales, pues es natural suponer que si existe la querencia de inmortalidad, ésta se puede alcanzar, porque la naturaleza no hace nada en vano. Y ello, aunque en Occidente el mundo circundante cotidiano sea ateo. 


lunes, 16 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 97

 




FRAGMENTOS FILOSÓFICOS: FRAGMENTO 97:
 LIBERTAD Y VERDAD.

Por José Pablo Noriega de Lomas


   La voluntad dogmática se presenta, autoritativamente, bajo distintas formas, que pueden tener cierto fundamento en la razón, pero que no están racionalmente acabadas. De esta manera, sus  creencias se presentan por lo general con argumentos muy imperfectos, que, como se presentan dogmáticamente, se oponen a la libertad y a la verdad. 

   Se oponen a la verdad cuando se pretende ir contra las conclusiones que se siguen de la verdadera ciencia. Se oponen a la libertad, cuando bloquean la investigación, pues creen que tienen la verdad acabada (en este aspecto, la libertad de investigación).

  En general, se oponen a la vez a la verdad y a la libertad, porque la dinámica de la razón hacia la verdad se configura como libertad. Ésta se manifiesta como libertad de investigación, como librepensamiento (Locke, Voltaire...) y como libre examen (Lutero). 

   Así que la libertad es un modo que conduce a la verdad; mientras que las formas autoritarias tienden a obstruir la búsqueda de ésta. Por ejemplo, por hablar sólo de Occidente, son conocidos, entre otras cosas, los conflictos entre la Religión y la verdadera ciencia (el caso Galileo, Reimarus y otros). 


viernes, 13 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 96

 




FRAGMENTOS FILOSOFICOS. FRAGMENTO 96: 
ESTE Y OESTE. 

Por José Pablo Noriega de Lomas


   En los años inmediatamente posteriores al fin de la Guerra Fría aparecieron algunas teorías sobre lo atinente al mundo que iba a venir. Así, Fukuyama propuso el final de la historia, entendiendo que ésta habría logrado su desarrollo en el modo liberal. Por su parte, Huntington propuso lo que llamó Guerra de las Civilizaciones, como hecho histórico del nuevo mundo.

   Contradiciendo este concepto Jatami defendió el Diálogo de Civilizaciones. Esta idea es la que mejor conjuga con lo que venimos apoyando como necesidad universal de diálogo. El mismo conlleva el izamiento de los elementos necesarios para que pueda darse, como la comprensión del otro y su valoración.

   Es, por otra parte, sabido que las relaciones entre Occidente e Islam siempre han sido difíciles y, violentas muchas veces. Por ello, si ponemos en práctica las virtudes por las que hemos abogado siempre, en la línea de la valoración intercultural, podría pedirse que tanto Oriente como Occidente dejaran de verse como realidades enfrentadas, y comenzaran a ser mundos que dialogan. Para ello, se deben olvidar los prejuicios y malentendidos, aprendiendo los unos de los otros.

   Así, por elemplo, Occidente podría valorar positivamente la presencia real y cotidiana de Dios en la vida del Islam; y éste hacer otro tanto con la relativa libertad que ha alcanzado Occidente. 

   Aún con todo, todo ello depende de la teoría que mana de los centros de poder intelectual, que se transmite por los medios de comunicación a las masas, tanto en el Este como el Oeste. 


martes, 10 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 95

 





FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 95:
 METÁFORA.

Por José Pablo Noriega de Lomas

   Es una metáfora popular muy acertada para explicar el tránsito de la muerte aquella que se refiere a él como un irse de viaje. Lo es por varias razones. 

   En primer lugar, porque expresa el hecho de que es la persona la que experimenta el cambio, pues ello lleva implícito que la sustancia personal permanece. Esto, a su vez, supone que es la parte espiritual la que se va; y, por ello, la que permanece en la vida inmortal. Lo cual, por su parte, lleva consigo que, como es la persona la que se va, es el alma la que abandona el velo corporal.

   Por otra parte, la figura es igualmente apropiada para evocar el misterio de lo que nos aguarda, que por otras vías sabemos que es la contemplación de la Suprema Perfección (la Idea de Bien, como creía Platón). Y sabiéndolo, el Misterio permanece, pues Sumo Misterio es Dios. 

   En tercer lugar, el viaje hace referencia a la vida nueva que nos espera, que es como otra tierra, otro país, con sus paisajes que llevan a nuevas vivencias y experiencias. Así, esta Nueva Tierra puede ser un buen símil del encuentro del alma con Dios.

   Igualmente, la metáfora connota la virtud teologal de la esperanza: De lo contrario, no se pensaría como un irse,  que implica esa continuidad a la que nos referimos. 

   En fin, la figura que tratamos aparece como una imagen simbólicamente lograda de lo que enseña la Escatologia, como ciencia filosófica de las ultimidades (Laín Entralgo), ciencia que tiene sus antecedentes en las creencias de los indoeuropeos, en Platón y en el cristianismo antiguo. 


miércoles, 4 de agosto de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 94

 





FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 94:
 LIBERTAD Y RELIGIÓN.


Por José Pablo Noriega de Lomas

   Hay sectores filosóficos de nuestro tiempo que creen que librepensamiento y ateísmo están objetivamente unidos, por lo cual conciben aquél como enemigo de las religiones constituidas. El enfrentamiento en sus orígenes fue real, pues la obra de los librepensadores significó en la Modernidad occidental una crítica real a las realidades religiosas de la época.

   Pero en el siglo XIX se dan los primeros brotes de ateísmo militante, y desde entonces hasta hoy las cosas han cambiado. Como no somos de la opinión de que el pensamiento ateo sea el desenlace esencial de la filosofía, no consideramos el núcleo deísta del librepensamiento como anticipo de las formas ateas. Antes bien, lo creemos como una etapa necesaria en la depuración de la religión, pero, obviamente, sin que ello signifique un desarrollo ateo necesario de la filosofía.

   Ahora bien, aunque el librepensamiento, en cuanto crítica de los dogmas de todo tipo y en cuanto autentificación de la razón es una necesidad en nuestros días, (como lo ha sido siempre: Por ejemplo, en la Grecia de los presocráticos); ello no implica que las relaciones de la Edad Moderna entre el mismo y religión tengan que ser reeditadas

   Por el contrario, el centro de la filosofía librepensadora - que incluye, junto a la libertad, la creencia en Dios- pide en este tiempo su desenvolvimiento en armonía con la religión. Se colige, entonces, fácilmente que el ejercicio real de la libertad de pensamiento no debe hacerse en contra de las religiones, aunque sí en el camino histórico de construcción de la racionalidad de lo religioso; tal como intentaron el librepensamiento inglés (Collins, Toland...), el mismo Lessing y otros.