FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 102: INVISIBILIDAD.
Por José Pablo Noriega de Lomas
Muy poco visible es la Religión en Occidente,
que está cerca de ser recluida en los templos y en las conciencias íntimas.
Mucho menos visible es el deísmo (o teísmo, que las fronteras están borrosas),
que es creído, pero socialmente ignorado.
Estas invisibilidades no tienen justificación, pues
tanto la Religión como el deísmo aportan sentido y positividad a la vida. Y el
último aún más, porque evita el componente mitológico que arrastra aquélla, al
mismo tiempo que es capaz de contrarrestar la irracionalidad y la falta de
sentido del ateísmo y sus derivados materialismos.
Por ello, no es natural la producción
intelectual (filósofica y religiosa) de nuestra Civilización, pues registra una
gran afluencia de literatura producida por la minoría atea, y de la literatura
mitológica de la Religión; olvidando las dos que el deísmo conlleva la
posibilidad de una ciencia y una religión racionales (como por ejemplo intentó
la Teología liberal protestante).
Por tanto, lo natural sería que las
potencialidades del deísmo vieran la luz, puesto que tampoco conviene ignorar
que tiene una tradición centenaria; y, además, es de subrayar que la Religión
deísta existe de hecho, porque la creencia conlleva en sí misma relación con el
Absoluto, que quizás podría calificarse como no apercibida (Frankl).
En todo esto conviene tener presente que el
pensamiento deísta nunca casó con el ateísmo, sino que mayormente simpatizó con
la religión( Lessing, Jefferson...) Como consecuencia, ni históricamente
ni ontológicamente está justificada su asimilación a la increencia. Al
contrario, se encuentra del lado de la Religión.
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