FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 176:
LIBERTAD
Y VERDAD
La Libertad tiene más sentido mientras las
cosas no están claras. Con ello, aparecen distintas propuestas sobre las que
hay que decidir. Si fueran transcendentales, ello no sería posible, pues la
verdad se impondría a la conciencia.
Consiguientemente, el individuo y la libertad
de conciencia son un resultado de la aparición de discursos, o bien de la
crítica a otros que no tienen aceptación universal. Ello supone que el discurso
no se impone autoritativamente. Así, aparece el libre examen y la libertad de
conciencia, pues no hay transcendentalidad; y con la libertad, la democracia. Y
lo último, aunque la imposición tenga también sus razones, porque las nuevas
ideas también la buscan . Esto, a su vez y de nuevo, corrobora que este régimen
es la mejor solución.
No obstante, en la Democracia Consecuente la Libertad
se expresará de otros modos: No habrá voluntad dogmática; y por tanto, la
verdad será más asequible, al no haber tanto ruido comunicativo. Se ve,
entonces, que las formas absolutistas estorban el acceso a la verdad, pues no
pasan por la libertad y la deliberación, sino que usan mayormente la autoridad,
por lo que niegan la aparición de la conciencia autónoma.
Por otra parte, como la libertad viene
acompañada por la voluntad dogmática, debe nacer la democracia (inconsecuente).
De lo contrario, se va al estado de naturaleza (guerra de todos contra todos),
que no obstante se concreta, aunque mucho más débilmente, en los
comportamientos.
Si se sustituye la voluntad dogmática por el
diálogo y la misericordia dialógica, la Libertad sigue existiendo, y mejorada:
como camino hacia la verdad, aunque no ya competitivamente, sino
colaborativamente; y sin guerra por la opinión y sin sofística (que es
manipulación y falta de respeto). Se busca, entonces, la verdad y no el
convencimiento. Se reconoce la Libertad auténticamente, pues es la libertad que
busca la verdad. Ella es la Libertad en la que pueden participar todos, por ser
moralmente capaces; la libertad que ha eliminado los idola, que impiden llegar
a la verdad. Y, por eso, la Democracia Consecuente lleva a nuevas
verdades.
Así pues, la Libertad existe en cuanto hay
Ideas que investigar para encontrar ordenamientos nuevos y mejores; y en cuanto
afirma la capacidad moral de todos. Como consecuencia, la Democracia
Consecuente sabe que el Proceso, el Progreso no se acaba (ello también porque
los ve imperfectos históricamente, como resultado de que los ideales están
mezclados con impurezas).
Concluyendo, la Democracia Consecuente es,
según decimos, Democracia sin voluntad dogmática. Y así, con ella, nos
encontramos de manera nueva con los ideales de Igualdad y Fraternidad, que
aparecieron, con el proceso cristiano, en la Antigüedad. Pero es preciso saber
que, cuando se logra la verdad transcentalmente, no es opinable el asunto, y,
así, no tiene sentido la libertad en ello. Pero la verdad total nunca se
alcanza; y por tanto, la Libertad no desaparece nunca, sino, que aparecen
nuevas libertades y, asimismo, nuevos problemas.
Pero es igualmente evidente que la Ley no se
extinguirá nunca, ni el ser humano será jamás impecable. Por ello, el modo
natural de entender la Idea de Libertad, que ya se ofrece en el Génesis, es
eterno.
josepablonoriegadelomas@gmail.com
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