domingo, 3 de abril de 2022

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 161

 






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 161:
 SHESTOV.


Por José Pablo Noriega de Lomas

  Las creencias religiosas y morales que nacieron en la Antigüedad (la fe en Dios y la caridad como amor al prójimo) se implantaron por fe. Permanecen con nosotros con sus especificaciones desde entonces; y, aunque la razón ha intentado alcanzarlas por sus caminos, no lo ha logrado porque la filosofía no acierta a encontrar el conocimiento transcendental, cierto.

   Por tanto, - tal como me enseñaron mis compañeros protestantes de Círculo Teológico Manuel de León y Vital d' Andrés - las tesis de Shestov que dice que Jerusalem inspira a Atenas (la Fe a la Filosofía) parece verdadera. Y ello, aunque exista una precomprensión de la existencia de Dios, como escribe el maestro Berciano.

   Así pues, es la fe nacida en la Edad Antigua la que todavía en nuestro tiempo nos conduce a afirmar la existencia del Señor y la máxima moral de la Caridad o Amor ("amarás al prójimo como a ti mismo").

   La única negación actual de ello es la del ateísmo contemporáneo (materialismo de la Ilustración, Feuerbach, Marx, Freud...), que sigue intentando encontrar un ser humano sin Dios. Pero, según hemos argumentado en otros lugares, ello es un antihumanismo; y, por tanto, perjudicial. De lo que vuelve a resultar que la solución ideal es la creencia antigua.

   Como consecuencia, parece necesario abandonar lo incorrecto de la Modernidad y regresar esencialmente al mensaje anterior, al mensaje antiguo. Efectivamente, ya lo dijo el santo: "Nos has hecho para Ti, y nuestro corazón permanece inquieto hasta que reposa en Ti". 


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