FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 159: MONOTEÍSMO PROFÉTICO.
Por José Pablo Noriega de Lomas
Hay un largo proceso en la Antigüedad que
arranca siglos antes de nuestra era y culmina en Occidente con la formación del
cristianismo. Ello conlleva una serie de hechos: En primer lugar, que las
mejoras políticas que supusieron las libertades en la Edad Contemporánea hay
que comprenderlas como una específicación del mandamiento del Amor, de la
virtud de la Caridad. En segundo lugar, que los procesos de la Edad Moderna con
la revalorización del mundo hay que pensarlos como el inicio del retroceso de
la fe que culmina en nuestro tiempo con el antihumanismo ateo de la Edad
Contemporánea. Terceramente, que hay que considerar el nacimiento de la nueva
religión del Islam como expansión del cristianismo, pues cree en un Dios de
Compasión y Misericordia y en ellas como virtudes principales, aunque
teológicamenre sea una corrección del trinitarismo.
Como consecuencia de esto último , hay que
concluir que el mundo del monoteísmo es cristiano (el cristianismo nació
primero). Por eso, como hemos ya dicho en otros fragmentos, no se comprende
que, siendo todo monoteísmo cristiano, haya habido y haya en nuestro tiempo
tantos conflictos entre las religiones. En efecto, lo natural es que estén
hermanada por sus mismas virtudes capitales: la Misericordia y el Amor. Claro que
sí se antepone lo secundario a lo esencial, los ídolos, a Dios el pecado se
hace todavía más presente, y se olvida la Fraternidad humana. El hombre, como
indica la Biblia y subraya el protestantismo, es un ser caído, y si olvida el
Amor, no se puede ni levantar; aunque sea para recaer.