FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 18:
EL MAL Y LA AMPLIACIÓN DE LA REALIDAD NATURAL.
Por José Pablo Noriega de Lomas
Frente a la defensa de la positividad del
mal, se levanta la tesis de la Filosofía Perenne. Esta sostiene que el mal no
tiene positividad alguna, pues si la tuviera habría que creer que el Creador es
causa de él. Es decir, que siguiendo a Maritain para enfrentarse con el
problema hay que preservar la absoluta inocencia de Dios; y la mejor manera de
hacerlo es la consideración de la negatividad del mal, esto es, de su ausencia
de ser.
Con ello no se pone en duda la ampliación
del mundo natural en la inmortalidad personal y la existencia de Dios. Al
contrario, como el mal es lo negativo dado, carencia que pide la existencia del
ser, lo que realmente se exige es la existencia de este.
Así pues, esta falta de ser que se
manifiesta en la existencia del mal, pide la ampliación de lo natural con su
mejoramiento con nuevas positividades. Estas, según vemos, son: la ampliación
de la realidad natural dentro de sus límites; la inmortalidad personal; y la
existencia de la Inteligencia Suprafinita, capaz de comprender y superar la
irracionalidad que supone la presencia del mal en el mundo. Esto último implica
la defensa de la existencia de Dios en cuanto Inteligencia Infinita.
En fin, la aceptación de la negatividad del
mal hace posible una mayor racionalización del problema, aunque la
racionalización total se nos escapa para que solamente Dios pueda comprenderlo.
Por tanto, cabe considerarlo
como misterio; aunque hablemos de ampliación racionalizadora de lo real
natural, pues esta ampliación se efectúa dentro de los límites de la razón
humana.