lunes, 25 de mayo de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS XXIV









FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 24: POST MODERNIDAD.
  
Por José Pablo Noriega de Lomas


En los tiempos actuales, que en Occidente son los de la sociedad secularizada, plantear una revolución teológica que lleve la cultura de nuevo a Dios significa defender un nuevo orden en la configuración histórica de las Ideas, una nueva geometría de las mismas. Esta nueva configuración debería tener su propia realización en el terreno de la Política, del Arte y de la vida cotidiana. Así representaría la presencia del Absoluto en la vida de una civilización renovada. Esta se expresaría como superación del pensamiento moderno, con el peso secular que éste ha ido imprimiendo en el decurso del tiempo, siguiendo las conclusiones de la revolución moderna. Es decir, significaría la construcción de un nuevo discurso en las esferas del pensamiento y el arte.
    Lógicamente, este nuevo discurso ha de tener a Dios como centro, y ha de permear las mentalidades. Ello implica una vida nueva, con una nueva filosofía en los distintos campos de la cultura. Pero no la destrucción de los valores occidentales, sino su transformación en una nueva realidad con los valores del humanismo teológico, que llevan consigo un goce mayor de la vida, pues ellos son muy superiores a los valores del ateísmo.
   Quizá este sueño no está tan cerca como deseamos, pero para ir tras él damos el paso de su formulación como ideal, como telos, como fin deseable. Ya no es el ateísmo el que dirige el progreso, sino la religión, por excelencia en su forma de iglesia.

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