jueves, 1 de octubre de 2020

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. nº 49

 






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 49:
 EL DEISMO Y SERVET.


Por José Pablo Noriega de Lomas

   

La creencia en la unicidad de Dios se desarrolla en el siglo XVII por la obra de los deístas ingleses (Cherbury, Tindal...) y después es continuada en el continente en el XVIII(Voltaire, Lessing...).

   Como la consecuencia natural de la creencia en Dios es amarlo y adorarlo en tanto que es la Perfección y el Amor, el deísmo debería haberse desarrollado como religión, aunque no creyera en la Providencia divina. Y así ocurrió, en cierta medida, con la transformación de la masonería y su nuevo desarrollo, aunque de modo muy deficiente.

   No obstante, se hace necesario resaltar en este orden de cosas al español del XVI Miguel Servet como deísta, anterior a los mencionados, con la doctrina del unitarismo. En efecto, en la medida en que este español -que murió mártir en Ginebra- niega la divinidad de Jesús y, por ende, la Trinidad es también deísta. Y deísta consecuente pues sí crea religión verdadera en cuanto admite la adoración y el amor a Él.

   Por ello, es natural que Servet sea considerado el padre del unitarismo moderno, que se implantó en Europa Central, Reino Unido y Estados Unidos, llegando hasta nuestro tiempo. 

   Por otra parte, de la confluencia entre deísmo y unitarismo resultó que muchos ilustrados se pasaran a las iglesias unitarias, dando lugar a un fecundo pensamiento en el unitarismo estadounidense del XIX.

   Por su parte, aunque hubo deístas que criticaron las religiones y la superstición, como Voltaire, el deísmo también tuvo representantes que simpatizaron con todas las religiones monoteístas, como, Lessing en Alemania.

   En fin, hay una confluencia lógica y consecuente desde la Edad Moderna entre las doctrinas deístas y las unitarias para el advenimiento natural de una religión racional, aunque no quepa hablar de una única iglesia (quizás salvando el caso de las obediencias masónicas). 


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