viernes, 15 de noviembre de 2013

Pruebas racionales de la existencia de Dios

PRUEBAS RACIONALES DE LA EXISTENCIA DE DIOS.






por  Dr. Vafa Massarrat




A menudo vemos a Dios con una existencia subjetiva, haciéndolo a nuestra semejanza e imagen. Pero, Dios es algo objetivo al igual que la Gravedad o la electricidad…En realidad, el conocimiento y las ciencias no tienen porque contraponerse con las realidades espirituales, ya que “La Realidad” es una única expresión orgánica que para los creyentes nace de la voluntad de Dios. Es más, la realidad material no es más que la manifestación exterior de la realidad espiritual, como más adelante intentare demostrar. 

A mí entender, Dios ha hecho la creación y sobre todo a nosotros, sus hijos, por Amor. Desde hace miles de años ha ayudado a que vayamos creciendo poco a poco, y  el mayor Don que ha concedido al ser humano es su poder mental y su raciocinio para que pueda reconocer y amar a Él y entender Sus mandamientos para que los pueda cumplir.
Para la mayoría de la gente, la existencia o no de Dios es cuestión de Fe y de una firme convicción emocional. Pero, creo que es importante añadirle criterios racionales y científicas para poder armonizar nuestra mente y nuestro corazón y aumentar nuestra Fe, ya que es tarea nuestra conocerle, no solamente creer en Él. (Aun así, reconozco que casi todos los humanos, buscamos más una “convicción” que razonamientos, pero, lo ideal es que se combinen). Sin embargo, la persona que investiga el origen de su propia vida, debe hacerlo sin prejuicios, sino, por muchas razones que demos nunca lo entenderá.
Sin duda, sí trascendemos nuestra simple realidad animal, la existencia humana no tiene sentido sin Dios, razón que esgrimen los no creyentes para decir que “creamos a Dios por necesidad” pero, esta necesidad, aunque no demuestra que Dios existe tampoco demuestra lo contrario. Sin embargo, los creyentes podrían decir que es una “estrategia premeditada de Dios” para que le busquemos.
Existen miles de teorías lógicas de la existencia de Dios, siendo las más importantes de Aristóteles, Avicena, Descartes, Maimonides, Tomás de Aquino…y miles de teoría lógicas rebatiendo estas ideas.
Aristóteles decía que es concebible de que algo pueda existir sin que sea consciente de su existencia (ejemplo un árbol), pero no es posible tener consciencia de existir sin existir (pienso luego existo) y siempre que se habla de la existencia de algo, suscita hablar del origen de su existencia (causalidad). Por otra parte, todos los “entes concretos” que conocemos deben su origen a una Realidad distinta a si misma que les ha creado. Por lo tanto, Dios, sí existe, debe su existencia únicamente a Sí misma, y no a nada más. Decimos que “Dios es Causa Sui”. Según esto, sí Dios no existiera, ¿de donde vino toda la creación?
Avicena decía que la existencia de sistemas compuestos y muy complejos como la existencia del ser humano, es una prueba racional de la existencia de Dios, ya que es muy improbable su existencia espontanea, por lo que debe existir una Fuerza Inteligente Creadora que llamamos Dios. Pero esta teoría queda en entredicho con la moderna “teoría de los Sistemas”.

Una Demostración Científica basada en palabras de Abd’ul-Bahá:


Antes, debemos ver qué es Ciencia: La Ciencia tiene dos aspectos fundamentales:
1º Se hacen afirmaciones a partir de ciertos hechos observados y registrados (ej. Caída de la manzana por Newton). Se emplean términos concretos y medibles por nuestros cinco sentidos.
2º Buscando una explicación a lo anterior, se formula una hipótesis o teoría creíble. Se emplean términos abstractos y teóricos.
Después, para Comprobar la veracidad de las teorías se hacen nuevas y rigurosas observaciones y mediciones. Sí las predicciones de la teoría se confirman repetidamente daremos por válida la teoría.  No obstante, nunca podremos eliminar por completo los errores de nuestras observaciones por muy rigurosos que seamos, por lo que las conclusiones de la Ciencia siempre serán relativas y nunca absolutas, porque siempre hay una probabilidad, al menos teórica, de que esa afirmación no se cumpla. Además, frecuentemente, avances científicos demuestran que nuestras conclusiones científicas anteriores no eran exactas o eran erróneas. Por lo tanto, la absurda idea de que lo científico es absoluto, es falsa.
Por lo tanto, una proposición Científica válida es la más verosímil que cualquiera de las alternativas lógicas posibles conocidas. Entonces, hablar de una demostración Científica de la existencia de Dios sería la más verosímil de las teorías conocidas, como la alternativa de que Dios no existe, y nuestra certeza será al mismo nivel que decimos que existe la fuerza nuclear o los electrones.
Casi todos estamos de acuerdo que existen fuerzas invisibles, como la fuerza de la gravedad o el Amor que sentimos, por lo que “el mundo visible” no nos es autosuficiente para explicarnos las realidades que nos rodean. Incluso, para la ciencia, cuando dejamos caer un libro, teóricamente podría ir en c.q. dirección (conducta aleatoria) aunque en realidad observamos una desviación del azar persistentemente hacía la tierra, lo que nos hace pensar que debe de existir una fuerza no observable que llamamos la gravedad, aunque es imposible que podamos establecer de forma absoluta que existe, y que alguien puede decir que mañana podemos despertar sin gravedad y que lo que ha habido hasta ahora son persistentes coincidencias.
Ahora, imaginemos que estamos en la orilla de un inmenso y muy profundo océano, del que vemos solo la superficie aunque de vez en cuando podemos ver peces que saltan de su interior mostrándonos una ínfima parte de lo que contiene. Esto define “La teoría Cuántica”, que describe que todos los objetos que nosotros vemos y tocamos, consisten en cientos de millones de paquetes de energía denominados “Partículas elementales en estado de equilibrio relativo aunque temporal” que han surgido del mundo no visible (océano) subatómico y que en cuanto su equilibrio cambie volverán de donde salieron.
Esto, nos lleva a LA SEGUNDA LEY DE LA TERMODINÁMICA (principio de Entropía también llamado teoría del CAOS) que dice que EL DESORDEN ES PROBABLE Y EL ORDEN IMPROBABLE, ya que el orden precisa complejidad, estructura y muy limitadas configuraciones concretas, pero el desorden tiene todas las configuraciones posibles.
Para comprender esto podemos poner un ejemplo: Hemos decidido construir una casa. Al llegar vemos que un camión ha descargado varias toneladas de ladrillos y se ha ido. Las maneras de componer esos ladrillos son casi infinitas (amontonadas, en hilera, cubriendo el suelo, montículos…) pero, sí queremos atenernos a lo que el arquitecto ha dibujado tenemos muy pocas posibilidades, ya que debemos construir desde lo probable (el desorden) hacía lo improbable (orden).
Imaginemos ahora, que hemos construido una casa lujosa en medio de por ejemplo un bosque. Sí volvemos 50 años después, las probabilidades de que este dañado, semi destruido o destruido, si nadie lo ha cuidado y arreglado son altísimas. Pero, sí tenemos todos los materiales de construcciones preparadas pero sin construir, y volvemos 50 años después, las posibilidades de que esos materiales se hayan constituido en casa por azar son cientos de millones de veces improbables. Y sí añadimos que tiene ventanas, puertas, grifos con agua, cableado con electricidad, jardines con flores…se hace imposible de aceptar que el azar lo pueda hacer.
En otras palabras, la segunda ley de termodinámica cuando habla de los “SISTEMAS FÍSICOS” (cualquier objeto o conjunto de objetos o entes físicos) asegura que CUALQUIER SISTEMA FÍSICO AISLADO( que no recibe Energía desde fuera de ese sistema) TIENDE AL DESORDEN Y SI SIGUE AISLADO SU DESORDEN TIENDE AL MÁXIMO DESORDEN (máxima entropía que ya es un estado estable y del que no desciende más) AL MENOS QUE RECIBA ENERGIA DESDE FUERA( En el caso de la casa, sería su total demolición, si es que no hay personas o maquinas que lo vayan cuidando gastando energía y tiempo para ello). Teniendo en cuenta que tampoco vale cualquier forma de energía, sino que debe ser empleado para restaurar y poner orden (imaginemos una habitación cuyo movimiento de las moléculas de su aire son aleatorias, (desorden) donde abrimos una botellita con perfume (orden) que se va distribuyendo por toda la habitación. Sí desde fuera introducimos calor en esa habitación incrementamos la velocidad de dispersión del perfume. De la misma forma, para el crecimiento de las plantas (camino hacía el orden) precisamos luz solar, descartando otras energías que no ayudarían. Se podrían poner muchos más ejemplos, pero el resultado es siempre el mismo). Para evolucionar desde el desorden hacía el orden, necesitamos siempre una energía inteligente, efectiva y que quiera poner orden.

Dios existe.


De todos los sistemas físicos del universo conocido, el ser humano, su cerebro y su sistema nervioso son los sistemas más sofisticados del universo. Por lo tanto sí nosotros somos “el más improbable” de todos los sistemas físicos NO PODEMOS HABER SIDO CREADOS DE FORMA ALEATORIA (azar) o mejor dicho, si escribimos sus probabilidades, sus ceros pasarían del sol.
Sí miramos la EVOLUCIÓN de la vida en la tierra basada en el registro fósil, vemos que todas las capas de sedimentos estudiados en todo el mundo, muestran que las formas de vida más complejas siguieron siempre después de las capas más simples y primitivas, porque la “Teoría de la Evolución de las especies y de la vida” demuestra que todo ha evolucionado desde lo simple y desordenado a lo complejo y ordenado.
Los Científicos han llegado a la conclusión de que nuestra tierra ha nacido hace unos 4600 millones de años, apareciendo las criaturas más simples, las algas, hace unos 2000 millones de años. Los primeros animales invertebrados aparecieron hace tan solo unos 600 millones de años y los seres humanos hace solo unos 50.000 años. Han llegado a calcular que entre la aparición de los unicelulares y nosotros hay al menos mil especies.
Por lo tanto, la evolución, que es un claro proceso de un cambio desde sencillo y probable a algo más complejo e improbable, se aleja muchísimo del azar, ya que tan solo la evolución de una especie a otra (si se dejara al azar y no hubiera una energía que lo acelerara), debería llevar aproximadamente la misma edad de la tierra.
Conclusión científica: NUESTRA VIDA EN LA TIERRA Y LA EVOLUCIÓN SON CONSECUENCIA DE UNA FUERZA NO OBSERVABLE, que los religiosos llaman DIOS, pero que se le podría llamar “La Fuerza que produjo la evolución”, “Arquitecto Universal”, “Causa Sui”… Sin embargo, algunos científicos afirman que esta evolución se ha podido producir por dos AFORTUNADAS COINCIDENCIAS: “LA SELECCIÓN NATURAL + MUTACIONES ALEATORIAS” (azar), Pero, esto no se sostiene por lo científico, ya que dijimos: una proposición Científica válida es la más verosímil que cualquiera de las alternativas lógicas posibles conocidas,  y que sería la misma afirmación que decir que la casa del bosque se ha construido por sí solo (azar) o que el libro puede caer hacía arriba. Por lo tanto sí uno acepta la fuerza de la gravedad, puede, de la misma forma aceptar la existencia de un Creador inteligente que inyecta Energía positiva en su Universo y en nuestra tierra de forma continua. 
Además, si nosotros, tenemos intelecto, consciencia de nosotros mismos, libre albedrio…nuestro “Creador o Dios” debe tener lo mismo en un grado muy superior, ya que por todo lo que hemos visto, solo nos quedaría la alternativa de una Fuerza ciega, inconsciente y sin inteligencia (ejemplo la Naturaleza) que ha creado a un ser capaz de pensar y de tener consciencia de sí mismo.

Esta “consciencia”, nos provee de una visión de todo lo que nos rodea, y lleva implícito en nuestros genes, la “búsqueda de uno mismo” que es la búsqueda de nuestra génesis y creación, que en la opinión del que escribe este artículo, nos ha sido entregado de forma paulatina, escalonada, creciente y constante, mientras íbamos creciendo mentalmente los seres humanos, desde la infancia de la humanidad (prehistoria, inconsciencia…) por todos los fundadores de las grandes religiones del mundo, y no profundizo más en esto, ya que es otro tema.

Escrito por Dr. Vafa Massarrat
Casi todo este artículo se ha extraído y resumido del tercer capítulo libro “La Lógica de las leyes Espirituales”, escrito por William Hatcher.




No hay comentarios:

Publicar un comentario