lunes, 20 de diciembre de 2021

FRAGMENTOS FILOSÓFICOS, nº 127

 






FRAGMENTOS FILOSÓFICOS. FRAGMENTO 127:
 OMNIPERFECCIÓN.

 Por José Pablo Nortiega de Lomas

   Para definir la esencia metafísica de Dios, es decir, el constitutivo formal que mejor Lo define, y en el que se fundamentan los demás atributos, la Historia de la Filosofía registra diferentes propuestas como la inmutabilidad (Agustín de Hipona) o la libertad (Calvino); y en la misma Escolástica se proponen otros como la infinitud (Escoto), el ser subsistente ( Aquino, Báñez) o el inteligir (Juan de Santo Tomás).

  Con ello, se parte de una perfección para luego, en la symploké de los nombres divinos, ir deduciendo los demás, que están entrelazados. Así, por ejemplo, la eternidad se puede obtener desde la inmutabilidad.

   No obstante, la Omniperfección como constitutivo formal parece ofrecer mayores posibilidades para organizar nuestro conocimiento, siempre analógico, del Absoluto. Ello es así porque dicho constitutivo permite transitar directamente del núcleo del concepto hacia los demás, tanto los entitativos como los operativos. En efecto, como Dios es el Ser que reúne en Sí todas las perfecciones se puede asegurar que es Eterno, Inteligencia Subsistente, Creador, Omnipotente y así sucesivamente. Y que lo es infinitamente.

   Por ejemplo, puede afirmarse que es Omnipotente en la medida en que se debe pensar que el poder hacer en su máximo grado es una perfección; o que es Inmutable en la medida en que ello significa Actualidad Pura, ausencia completa de falta.

   En fin, de igual forma cabría deducir otros atributos directamente de la Idea a que nos referimos, que también implica la afirmación de Su Existencia. Ello constituye la famosa prueba ontológica, tan trabajada en la Teología Natural. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario